Nunca, jamás me había sentido tan perdida en la vida... Nunca he sentido que a cada paso que daba, el suelo temblaba bajo mis pies, tampoco he sentido que todos y cada uno de esos pasos iban en una direccion incorrecta y que solo me traerían lagrimas, dudas, noches en vela y ganas de desaparecer.
¿Por qué? Por qué siento que todos lo que tenía, en cada segundo que pasa, parece más y más lejano. De hace unos meses aquí, solo siento que todo lo que quería, más bien, quiero, se aleja más y más de mi, siento que cada vez esta más perdido. Y aquí estoy una vez más, sintiendo que la oscuridad se echa sobre mi, que cada día que pasa me hundo más, en palabras que nunca grito, en palabras dichas que pesan más y más, en recuerdos que me hacen darme cuenta que ya nada de eso está conmigo, en actos que nunca entenderé, y en esfuerzos en vano, por volver a todo aquello. Esa sensación de vacío, de que han arrancado de mi la parte más importante, que el agobio, el llanto se apodera a cada segundo más de mi. Esa sensación que lo único que puede ocupar ese vacío es la persona que te ha arrancado todo de la noche a la mañana, necesitas a la misma persona que te hace pasar las noches en vela, llorando como una niña sin su madre, haciendola sentir la cosa más pequeña que existe en el mundo, haciéndola sentir tan vulnerable, que hasta una minuscula hormiga, podría acabar con su sufrimiento y aplastarla, sin más. Dando fin a todo, a cada clase distraída pensado en todo lo que fue y ya no es, en cada noche en vela esperando esa llamada que nunca sucedió, esperando volver a escuchar su voz al otro lado del telefono, diciendote que eres su niña y de nadie más, escuchando todas y cada una de las cosas que esa noche tenía para contarte... Volver a escuchar aquella sonrisa que sin querer se mezclaba con un suspiro de felicidad. Esperando a que el sonido de aquella risa llena de plenitud retintineara en tus oidos, aquellos que echan de menos escuchar cada una de sus respiraciones cuando una noche, sin poder más su cuerpo, se quedaba dormido al otro lado del telefono. Esperabas volver a despertarte con lagrimas en los ojos por haber soñado que lo perdías, y que no fuese la jodida realidad, por ir corriendo al movil para escribirle que por favor no te deje ir nunca, que le necesitas en tu desastrosa vida, que el al fin y al cabo, es tu vida. Esperas volver a escuchar aquel te quiero mucho pequeña, o enana, te daba igual, porque a fin de cuentas aquello era especial, era la forma en que tenía de hacerte ver que tu eras especial en su día a día.
¿Y ahora qué? Ahora, ahora solo hay noches en vela, lágrimas y un vacío que quema más y más por dentro. Que gritarias a los cuatro vientos que estas enamorada hasta las trancas de el que hoy te hace llorar y que no tienes ni la más minima idea de como cambiar eso. Que no sabes donde está aquel grandullón, que hacía que te despertaras cada mañana con una sonrisa, aquel que hacía que cada noche fuera diferente, que tu parte favorita se convertía en aquella en la que estabas con él. Aquel idiota que cuando todo el mundo se venía abajo... El estaba ahí para agarrarte entre tus brazos y hacerte sentir que el resto del mundo daba igual, que si el sonreía, el mundo podía explotar en mil pedazos. Que él era tu pequeña islita particular, aquella a la que todo el mundo deseaba huir cuando las cosas iban mal. Pero ahora... Ahora solo nado y nado en busca de aquella pequeña isla que me rescataba en cada noche de lágrimas. Quizá se la ha llevado el viento, o simplemente está rescatando a otra persona de las garras de ese pozo sin fondo. No sabes que dirección tomar, no sabes como llegar a tierra firme, y en cada brazada que utilizas para escapar de todo eso, solo te hace hundirte más en todo eso, en todo ese remolino de sentimientos que se apoderan un poco más de ti, que te impiden avanzar, que no te dejan respirar, que estan como un nudo en el pecho provocando que te falte hasta el aire.
Y lo piensas lentamente y tienes un gran problema, un problema muy grande cuando miras a tu al rededor y solo ves cosas que te recuerdas que ya nada esta bien, que ya no eres feliz, que hasta la lluvia repicando en tu ventana te hace acordarte que le quieres como nunca has querido a nadie, que siempre le querrás por mucho que te duela, por mucho que el ya no, por mucho que el esté bien a pesar de tus lagrimas.
Y así es la jodida realidad, él ya no está, y a pesar de todos tus intentos por que se quedara a tu lado, por cada uno de los intentos de agarrarle de la mano con todas tus fuerzas, el ya ha soltado la tuya y el vendaval, tiene más fuerza que tú, y lo esta separando cada vez más de ti, cada vez esta todo más frío, y ese frío sientes que te está calando todos y cada uno de tus huesos, de tus extremidades y tu poco a poco te estas apagando cada día más y más y aquí estas, pidiendo a algo que no existe que todo sea una pesadilla, que esto un día al despertarte, solo sea una jodida pesadilla, que nada de esto era real. Y aunque le veas alejarse cada día por aquel camino, siempre tendrás la pequeña duda de salir corriendo tras sus pasos, o coger el otro camino sin saber que te va a deparar.
Mientras tanto, sigues aquí, derramando todas y cada una de las lagrimas que te quedan, deseando no existir, deseando que este puto vacío que te oprime el pecho se vaya para no volver nunca más, pero ahí esta, para que nunca se te olvide que ya no eres nada, que eres una simple hormiga en un mundo de gigantes y que ese ya no es tu lugar, y no lo será nunca más, a si que solo te queda esperar a que algo te rescate de todo esto, porque las fuerzas para levantarse ya fallan, porque cada día te sientes menos y menos y ¿lo mejor? que esta pesadilla todavía no ha acabado...
domingo, 13 de octubre de 2013
jueves, 1 de agosto de 2013
Camino sin rumbo.
Nunca has sentido, que no has encajado en ninguno de los lugares en los que has estado, que siempre, por una razón o por otra acababas con lágrimas en los ojos pensando que tú eras el error. Cuando llega ese momento en el que sin darte cuenta, has elegido el camino más oscuro, el más difícil, el más duro y no te ves capaz de seguir de repente encuentras a alguien en ese camino, que no sabes cómo ni por qué, pero te va a cambiar todo ese camino.
No te das cuenta pero has echado a andar con él a tu lado, y de repente, paras por un momento aquel paseo y miras hacia atrás y no ves aquello que apreciabas cuando te sentías encerrado en aquel oscuro lugar. Sin apreciarlo a penas te das cuenta que estas llegando al final de ese puto camino, que no hacía otra cosa más que amargarte. Y ves como ese pequeño tramo que habías recorrido, no estaba lleno de lagrimas, de penas, de noches sin dormir, de amaneceres reflejados en tus ojos hinchados y rojos... Muestra de una noche demasiado larga para ti.
Ya no, todo eso se había ido. Estaban esas noches donde las horas pasaban demasiado deprisa, querías más. Que las lagrimas se habían acabado, que se habían cambiado, por sonrisas, por ataques de risa, por ganas de salir de aquellas cosas que antes no te dejaban vivir.
Ha cambiado todo, toda tú vida está patas arriba pero no de un desorden desagradable... Curiosamente todo esta cuidadosamente desordenado, tan cuidadosamente que incluso ha traído armonía en ti, paz... Mucha paz.
Han pasado meses, unos cuantos ya... Y has salido de ese túnel en el que te habías rendido, en el que habías decidido que no ibas a luchar más, pero por suerte apareció alguien que estando igual que tu, decidisteis sacaros de ahí mutuamente. Y ahora si, ahora lo ves todo de una manera diferente, y aunque sabías desde el momento en el que te ofreció su mano que aquello iba a ser especial, nunca imaginaste que lo fuera a ser de aquella manera... No había pasado tanto tiempo desde aquel instante y ya sabías que si desaparecía todo el mundo se te vendría de nuevo encima... No querías volver a sentir eso, por nada del mundo. No querías que tu rescate desapareciera nunca más. Solo pedías a aquello que te había traído todas esas lágrimas que no te arrebatara lo que de verdad, en mucho tiempo te estaba haciendo feliz.
Día tras día ves que te complementa, que te hace ver la vida de una forma diferente a la que la habías visto hasta ahora. Con él aprendiste que lo negro nunca siempre es así, que siempre hay grises que te dan esperanzas. Que la vida con una sonrisa se afronta mucho mejor, y suele solucionar todo y que si no lo hace, es mucho más fácil sobrellevarlo así. ¡JODER! Te hace feliz y eso para ti es suficiente.
Y no solo ha sido él, sino que en el camino me ha hecho cruzarme con las mejores personas que podía compartir cada segundo de mi vida. Y que sin buscarlo se han hecho parte de ese desorden tan agradable.
Y así, a día de hoy, miro atrás, miro todo el camino que hemos recorrido hasta ahora... Y si, digo hemos, porque ya no lo camino sola, ya nunca más. Y me doy cuenta que ha habido momentos buenos, malos, horribles e inolvidables. Pero poniendo todos los bueno y los malos momentos uno a cada lado de la balanza, los buenos siempre pesarían más, porque desde que apareció en mi vida, no cambio ni uno de los segundo de este camino, ni los que han estado llenos de lágrimas, ni en los que por un momento se te ha pasado por la cabeza tirar la toalla. Porque ahí solo me doy cuenta que no sería capaz de dar un solo paso sin girar la cabeza y verle ahí, a mi lado, sonriéndome, con esa sonrisa de: ''todo irá bien te lo prometo.'' Es cierto, no sería capaz. Porque no es que forme parte de mi vida, es que es mi vida, y si me falta, todo se viene abajo. Absolutamente todo. Porque he aprendido a amar todas y cada una de las cosas que le forman, he aprendido a escucharle cuando me necesita y a hacerle reír cuando necesita dejarse de escuchar. He aprendido que a veces un silencio a su lado, expresa más que millones de palabras y que un ''te amo'' en el momento justo, borra todo lo un día malo. He aprendido que llorar no es nada malo, y más cuando lo haces porque no puedes más, porque siempre hay alguien que a pesar de que quizá llore contigo no te va a dejar y siempre acabarás con esa paz... Quizá tambien me he dado cuenta que el miedo muchas veces se apodera de nosotros cuando vemos que perdemos a la persona que más nos importa y que sacas fuerzas de donde no las hay para que nada ni nadie os consiga separar... Y así día a día aprendes cosas, recuerdas otras, y vives otras tantas, pero lo que de verdad me dice que todo esto ha merecido la pena es que se que esta noche cuando por fin cierre los ojos y se acabe el día, a la mañana siguiente él y todos los demás seguirán a mi lado... Porque esto es así, ''todos para uno y uno para todos.''
No te das cuenta pero has echado a andar con él a tu lado, y de repente, paras por un momento aquel paseo y miras hacia atrás y no ves aquello que apreciabas cuando te sentías encerrado en aquel oscuro lugar. Sin apreciarlo a penas te das cuenta que estas llegando al final de ese puto camino, que no hacía otra cosa más que amargarte. Y ves como ese pequeño tramo que habías recorrido, no estaba lleno de lagrimas, de penas, de noches sin dormir, de amaneceres reflejados en tus ojos hinchados y rojos... Muestra de una noche demasiado larga para ti.
Ya no, todo eso se había ido. Estaban esas noches donde las horas pasaban demasiado deprisa, querías más. Que las lagrimas se habían acabado, que se habían cambiado, por sonrisas, por ataques de risa, por ganas de salir de aquellas cosas que antes no te dejaban vivir.
Ha cambiado todo, toda tú vida está patas arriba pero no de un desorden desagradable... Curiosamente todo esta cuidadosamente desordenado, tan cuidadosamente que incluso ha traído armonía en ti, paz... Mucha paz.
Han pasado meses, unos cuantos ya... Y has salido de ese túnel en el que te habías rendido, en el que habías decidido que no ibas a luchar más, pero por suerte apareció alguien que estando igual que tu, decidisteis sacaros de ahí mutuamente. Y ahora si, ahora lo ves todo de una manera diferente, y aunque sabías desde el momento en el que te ofreció su mano que aquello iba a ser especial, nunca imaginaste que lo fuera a ser de aquella manera... No había pasado tanto tiempo desde aquel instante y ya sabías que si desaparecía todo el mundo se te vendría de nuevo encima... No querías volver a sentir eso, por nada del mundo. No querías que tu rescate desapareciera nunca más. Solo pedías a aquello que te había traído todas esas lágrimas que no te arrebatara lo que de verdad, en mucho tiempo te estaba haciendo feliz.
Día tras día ves que te complementa, que te hace ver la vida de una forma diferente a la que la habías visto hasta ahora. Con él aprendiste que lo negro nunca siempre es así, que siempre hay grises que te dan esperanzas. Que la vida con una sonrisa se afronta mucho mejor, y suele solucionar todo y que si no lo hace, es mucho más fácil sobrellevarlo así. ¡JODER! Te hace feliz y eso para ti es suficiente.
Y no solo ha sido él, sino que en el camino me ha hecho cruzarme con las mejores personas que podía compartir cada segundo de mi vida. Y que sin buscarlo se han hecho parte de ese desorden tan agradable.
Y así, a día de hoy, miro atrás, miro todo el camino que hemos recorrido hasta ahora... Y si, digo hemos, porque ya no lo camino sola, ya nunca más. Y me doy cuenta que ha habido momentos buenos, malos, horribles e inolvidables. Pero poniendo todos los bueno y los malos momentos uno a cada lado de la balanza, los buenos siempre pesarían más, porque desde que apareció en mi vida, no cambio ni uno de los segundo de este camino, ni los que han estado llenos de lágrimas, ni en los que por un momento se te ha pasado por la cabeza tirar la toalla. Porque ahí solo me doy cuenta que no sería capaz de dar un solo paso sin girar la cabeza y verle ahí, a mi lado, sonriéndome, con esa sonrisa de: ''todo irá bien te lo prometo.'' Es cierto, no sería capaz. Porque no es que forme parte de mi vida, es que es mi vida, y si me falta, todo se viene abajo. Absolutamente todo. Porque he aprendido a amar todas y cada una de las cosas que le forman, he aprendido a escucharle cuando me necesita y a hacerle reír cuando necesita dejarse de escuchar. He aprendido que a veces un silencio a su lado, expresa más que millones de palabras y que un ''te amo'' en el momento justo, borra todo lo un día malo. He aprendido que llorar no es nada malo, y más cuando lo haces porque no puedes más, porque siempre hay alguien que a pesar de que quizá llore contigo no te va a dejar y siempre acabarás con esa paz... Quizá tambien me he dado cuenta que el miedo muchas veces se apodera de nosotros cuando vemos que perdemos a la persona que más nos importa y que sacas fuerzas de donde no las hay para que nada ni nadie os consiga separar... Y así día a día aprendes cosas, recuerdas otras, y vives otras tantas, pero lo que de verdad me dice que todo esto ha merecido la pena es que se que esta noche cuando por fin cierre los ojos y se acabe el día, a la mañana siguiente él y todos los demás seguirán a mi lado... Porque esto es así, ''todos para uno y uno para todos.''
viernes, 19 de abril de 2013
''Casa''
Tú eres casa, mi casa...Nuestra casa. Pero ya no es la misma... Pasas por la puerta y las luces estan apagadas. Abres las puertas y a su vez, un agujero se abre en el pecho, ya no sabe a hogar, hace frío, esta oscuro... Y duele, duele... Tus ojos, húmedos sin poderlo evitar, recorren cada rincón de ese refugio, de casa... Y se suceden uno tras otro todos los recuerdos que contiene cada rincón de ese hogar... Los besos, las caricias, los enfados, las carreras, el sonido de la risa... Las cosquillas, los mimos...Tu y yo, joder. Nuestro hogar, nuestra casa, nuestro refugio... EL refugio de dos niños asustados porque la vida duele. Gritar fuerte ''¡CASA!'' y sentir el calor, la seguridad, la felicidad, el amor... Lo sientes, esta ahí, pero no puedes tocarlo. ¿Dónde esta mi refugio? Está apagado, frío... No está ¿Dónde están todos esos proyectos juntos, todo ese futuro juntos? El vacío se abre, sin frenos, y una vez más, duele...
¡No! Las piernas se mueven solas, acariciando cada rincón de casa, cada recuerdo, repitiendo sin parar: ''Casa, casa... Nuestra casa.'' Enciendes las luces, que suene la música de nuevo. Te subes al sofá, te acurrucas y cierras los ojos, pero esta vez no estas sobre su regazo, esta vez estas sobre la fría tela de un sofá vacío. La sensación de protección de: '' todo va a salir bien'' , de ternura, de cariño... No quiero vivir sin eso, no puedo pasar un día tras otro sin la sensación de hogar, sin su calor, sin fabricar recuerdos... No puedo, no quiero... NO QUIERO OTRA COSA, quiero esto, quiero nuestra casa, nuestra historia, nosotros... El lugar que nos ha dado los mejores momentos de estos meses... Dejo la puerta abierta, me acurruco, hace frío, pero me da igual... Solo espero que vengas cierres esa jodida puerta, me abraces como si no hubiera mañana y me digas muy bajito: ''Shh, ya estoy aquí, se acabó todo.''
Y justo en ese momento, las luces brillen más que nunca, la música suene lo más alto posible y el calor, vuelva a ''casa''.
Continuará...
¡No! Las piernas se mueven solas, acariciando cada rincón de casa, cada recuerdo, repitiendo sin parar: ''Casa, casa... Nuestra casa.'' Enciendes las luces, que suene la música de nuevo. Te subes al sofá, te acurrucas y cierras los ojos, pero esta vez no estas sobre su regazo, esta vez estas sobre la fría tela de un sofá vacío. La sensación de protección de: '' todo va a salir bien'' , de ternura, de cariño... No quiero vivir sin eso, no puedo pasar un día tras otro sin la sensación de hogar, sin su calor, sin fabricar recuerdos... No puedo, no quiero... NO QUIERO OTRA COSA, quiero esto, quiero nuestra casa, nuestra historia, nosotros... El lugar que nos ha dado los mejores momentos de estos meses... Dejo la puerta abierta, me acurruco, hace frío, pero me da igual... Solo espero que vengas cierres esa jodida puerta, me abraces como si no hubiera mañana y me digas muy bajito: ''Shh, ya estoy aquí, se acabó todo.''
Y justo en ese momento, las luces brillen más que nunca, la música suene lo más alto posible y el calor, vuelva a ''casa''.
Continuará...
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